El 7 de enero se celebra la Fiesta Nacional de la bandera o la “Festa Tricolore“. Aunque la historia de Italia es larga y complicada, llena de personajes y diferentes épocas, la historia de la bandera italiana no puede quedarse atrás. Explicaremos brevemente de que se trata.
EL TRICOLOR
La bandera nacional nació en Reggio Emilia el 7 de enero de 1797 cuando la República Cispadana decretó que los colores Verde, Blanco y Rojo se hicieran universales.
El porque de los tres colores
En Italia en 1796 las numerosas repúblicas que habían reemplazado a los antiguos estados adoptaron (casi todos, con variaciones de color) banderas caracterizadas por tres bandas de igual tamaño, claramente inspiradas en el modelo francés de 1790. Y también los departamentos militares “italianos”, constituidos en su momento para flanquear al ejército de Napoleón Bonaparte, tenían estandartes con la misma forma. El blanco y el rojo aparecían en el antiguo escudo de armas de Milán, mientras que el verde era, desde 1782, el uniforme de la Guardia Civil milanesa.
Los mismos colores fueron adoptados en los estandartes de la Legión Italiana, que reunía a los soldados de las tierras de Emilia y de Romagna. Esta fue probablemente la razón que llevó a la República Cispadana a confirmarlos en su bandera.
LA ÉPOCA NAPOLEÓNICA
La 1ª campaña de Italia que Napoleón llevó a cabo entre 1796 y 1799, destruyó el antiguo sistema de estados en el que estaba dividida la península. En su lugar hubo numerosas repúblicas, de clara impronta democrática: la República de Liguria, la República Romana, la República Partenopea y la República Anconitana.
La mayoría de ellos no sobrevivió a la contraofensiva austro-rusa de 1799 y otros se unieron al Reino de Italia después de la segunda campaña italiana que duraría hasta 1814. Sin embargo, representaban la primera expresión de esos ideales de independencia que alimentaban el Risorgimento. Y fue en ese momento cuando la bandera ya no se sintió como un signo dinástico o militar, sino como un símbolo del pueblo, de las libertades conquistadas y de la propia nación.
EL RESURGIMIENTO
La historia de la bandera italiana continúa 30 años después del Congreso de Viena, la bandera tricolor fue sofocada por la Restauración, pero siguió siendo emblema de la libertad en los levantamientos de 1831.
En toda Italia, el blanco, el rojo y el verde expresaron una esperanza común, que despertó entusiasmo e inspiró a los poetas: “Reúne una bandera, una esperanza”, escribió Goffredo Mameli en su Canto degli Italiani en 1847.
En el año 48, esa bandera se convirtió en el símbolo de una redención nacional, desde Milán hasta Venecia, desde Roma hasta Palermo. El 23 de marzo de 1848 Carlo Alberto dirigió al pueblo lombardo-veneciano y a la famosa proclama que anunciaba la primera guerra de independencia y que terminaba con estas palabras:
“(…) para mostrar con signos externos el sentimiento de la unión italiana queremos que nuestras tropas lleven el Escudo de Savoia superpuesto a la bandera italiana”.
DE LA UNIDAD HASTA HOY
El 17 de marzo de 1861 se proclamó el Reino de Italia y su bandera siguió siendo, por costumbre, la de la primera guerra de independencia. Pero la falta de una ley especial sobre el tema llevó a la creación de estandartes de una forma diferente a la original, a menudo incluso arbitraria.
Sólo en 1925 se definieron por ley los modelos de la bandera nacional y la bandera estatal. Este último (para ser usado en las residencias de los soberanos, las sedes parlamentarias, las oficinas diplomáticas) añadiría la corona real al escudo de armas.
Tras el nacimiento de la República, un decreto legislativo presidencial del 19 de junio de 1946 estableció la forma provisional de la nueva bandera. Confirmada por la Asamblea Constituyente en su sesión del 24 de marzo de 1947 e incluida en el artículo 12 de la Carta Constitucional.
