8 de marzo, día de la Mujer

Claudia ruggerini, partisana

“Había una vez una niña que tuvo que cambiarse el nombre.-¡Hola Marisa! -le decían sus amigos. Ninguno se imaginaba que su verdadero nombre era Claudia. Era demasiado peligroso llamarla así.

Claudia vivía en una época en la que Italia, su país de origen, era gobernado por un tirano llamado Benito Mussolini. Durante la dictadura de Mussolini, había ciertos libros y películas prohibidas, la gente no podía expresar su opinión y no podía votar.

Claudia creía en la libertad y decidió luchar contra este hombre con todas sus fuerzas, así que se unió a un grupo de partisanos (partigiani en italiano) o rebeldes,  para ayudar a derrocar al dictador.

El grupo de Claudia estaba conformado por jóvenes universitarios que se reunían en secreto después de clases para sacar su propio periódico. Pero, ¿cómo podían difundir su mensaje si la policia de Mussolini estaba en todas partes?

Claudia fué muy valiente. Consujo su bicicleta de una ubicación secreta a otra durante casi dos años para llevar periódicos y mensajes confidenciales. Un día, el régimen finalmente colapsó. La radio nacional anunció que Italia era una nación libre del fascismo y la gente inundó las calles para celebrarlo.

Claudia -o Marisa- tenía una última misión. Con un pequeño grupo de partisanos, entró a las oficinas del periódico nacional italiano Il Corriere della Sera, y oficialmente lo liberaron de la censura después de veinte años. Finalmente, podían ublicar la verdad, y los amigos de Claudia por fin podían llamarla por su verdadero nombre.”

-Claudia Ruggerini (Febrero de 1922/4 de julio de 2016, de “cuentos de buenas noches para niñas rebeldes”©)

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