El novelista fue el creador del comisario siciliano Salvo Montalbano, luego convertido en personaje de una gran serie de la RAI. Sus 27 libros vendieron unos 35 millones de ejemplares en todo el mundo.
Andrea Camilleri, el padre del comisario siciliano Salvo Montalbano, murió a los 93 años en el Hospital Santo Spirito de Roma.
Se destacó tempranamente en la dirección teatral de obras como Seis personajes en busca de un autor, de Luigi Pirandello; Rinoceronte, de Eugène Ionesco; y Esperando a Godot, de Samuel Beckett, entre otras. También trabajó en la adaptación de obras para la radio y la televisión
El escritor, que se definía como comunista, confesaba que el resurgir del fascismo en Europa era la peor de sus pesadillas. Los lectores podrán elegir, entre tantas páginas, las frases y ecos que han dejado las lecturas de las novelas de Camilleri. “Los recuerdos, ya se sabe, son como un ovillo: se va devanando el hilo, pero de vez en cuando se introducen algunos recuerdos que no has llamado, que no son agradables, que te desvían del camino principal y te introducen en callejuelas oscuras y sucias donde, como mínimo, los zapatos se llenan de barro”.
Cuando se le preguntaba cómo le gustaría ser recordado, el maestro decía siempre lo mismo: «Como una buena persona».