La semana pasada se constituyó la piedra angular de este revolucionario proyecto con la puesta en marcha de una fábrica que será gerenciada por la empresa Jujuy Litio, integrada por JEMSE (Jujuy Energía y Minería, Sociedad del Estado) y la compañía italiana SERI, que tiene una larga trayectoria en la fabricación de baterías de litio en Europa.
“La colaboración entre la empresa italiana y la provincia de Jujuy es una iniciativa totalmente innovadora ya que permitirá la trasformación de un recurso natural, el litio, en un motor de desarrollo económico. Así, gracias al know how italiano el sistema productivo jujeño se integra en la cadena de valor internacional en un sector estratégico para el futuro de ambos países”
Expresó el embajador de Italia en Buenos Aires, Giuseppe Manso quien inauguró en Jujuy este proyecto junto con el gobernador radical Gerardo Morales y el vicecanciller Gustavo Zlauvinen.
El proyecto en marcha es un emprendimiento público-privado que trabajará en coordinación con el Instituto del Litio para la incorporación de la tecnología especializada y la transferencia de conocimientos de todo el proceso del litio. Es decir, que a diferencia de las empresas extranjeras que hasta ahora se radicaban en Jujuy, Salta o Catamarca para extraer litio y llevarlo a sus países para la producción de baterías, en este caso la novedad es que las baterías se harán en Argentina.
No sólo esto: la empresa italiana que la producirá en Jujuy tendrá mayor exclusividad que los países asiáticos a la hora de ingresar las baterías a la Unión Europea.
De esta manera, el proyecto italo-argentino que se acaba de inaugurar se convierte en una verdadera revolución ya que la Argentina dejará de ser un país con industria del litio extractiva para ser productor del material esencial para las baterías de celulares, automóviles eléctricos o electrodomésticos.
Por otro lado, el embajador italiano dijo que este convenio significa “renovar el compromiso entre Italia y Argentina uniendo lo público y lo privado. Desarrollaremos una producción dirigida no solo a Argentina sino también a otros países”. Manzo dijo que está “muy orgulloso” por el acuerdo, ya que “esta inversión es como un hijo concebido en la embajada fuertemente deseado por ambos países, y esperamos verlo crecer rápidamente y con salud, al igual que la relación de los dos países”.
Se estima que hoy se obtienen 12 mil toneladas de litio al año, pero hay proyectos en marcha para aumentar la producción a 60 mil toneladas/año. La apuesta del proyecto italo-argentino en Jujuy podría ser el puntapie para que la “revolución del litio” sea realmente una revolución con industria local y no sólo extractiva.